Hugo Ibaceta Cerda, presidente de ASEVA, analiza la situación que vive el sector y las capacidades que han desarrollado.
La Asociación de Empresas de Seguridad Privada y de Transporte de Valores (ASEVA) fue creada el 1 de junio de 1995 con la finalidad de reunir a las empresas que realizan labores de asesoría o de prestación de servicios en materias inherentes a seguridad, custodia y transporte de valores, con el objetivo de propender al desarrollo, progreso y perfeccionamiento de las actividades de seguridad y vigilancia, de custodia y de transporte de valores, y de estrechar vínculos de unión entre sus miembros.
Con 28 años de existencia como entidad gremial son muchos los cambios y requerimientos que en materia de seguridad se han experimentado a nivel nacional, y por ende, por parte de los clientes. Asimismo, dado el avance vertiginoso de la tecnología en estas materias, también las empresas que integran esta entidad gremial se han desarrollado y actualizado sus servicios para estar acordes con estas necesidades y estos cambios.
Hugo Ibaceta Cerda, presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte de Valores (ASEVA), se refiere a la realidad que vive el sector que representa y a los desafíos que en materia de seguridad está enfrentando el país.
—¿En términos generales, en qué nivel se encuentra Chile en el uso de tecnologías como videovigilancia, cámaras y alarmas en el ámbito de la seguridad?
'Chile dentro de la región es uno de los países pioneros en el uso masivo de algunas tecnologías orientadas a mitigar riesgos delictuales. Prueba de ello es el uso de televigilancia y monitoreo de cámaras en espacios públicos y privados y eso ha surgido como respuesta a la permanente mutación de la criminalidad. Hoy vemos calles monitoreadas con cámaras que permiten seguir a un individuo de forma automática e, incluso, detectar patrones de comportamiento anómalos que podrían derivar en delitos'.
'Las cámaras térmicas también son una opción novedosa que permiten detectar cuerpos de calor, identificar si son personas o animales y así permitir el actuar de guardias de seguridad o de las policías'.
'Sensores de movimiento, vigilancia con drones con cámaras de alta resolución y radios de largo alcance, permitiendo la comunicación donde no hay señal móvil, han surgido como alternativas eficientes para mejorar el monitoreo y las labores preventivas de la seguridad privada en distintos lugares'.
—¿Cuál es su visión con respecto a la ley de cámaras de vigilancia? ¿Considera que falta algo en esta normativa legal?
'En la actualidad, Chile no cuenta con una ley de cámaras de televigilancia como tal. Su uso doméstico no tiene regulación, a no ser que esté instalado y monitoreado por alguna empresa, la cual, en este caso, debe estar previamente autorizada por la autoridad fiscalizadora. Sin embargo, diversas normas legales hacen que el procesamiento de sus imágenes se aborde como tratamiento de datos sensibles, ya que su uso no debe vulnerar la privacidad de las personas'.
'Es importante destacar que la principal función de las cámaras de vigilancia es el monitoreo de los espacios, ya sean públicos o privados, con el fin de brindar seguridad a las instalaciones y las personas'.
'En caso de que ocurra un delito o situación que afecte la seguridad de las personas, estos dispositivos aportan una prueba relevante a la investigación y en muchos casos son clave para dar con los culpables y conseguir las penas de acuerdo con nuestra legislación vigente'.
—¿Cuál es la relación que tienen como ASEVA con las policías y las fiscalías o solo existe la prestación de un servicio como empresas?
'La relación como asociación con Carabineros de Chile, lamentablemente, se limita solo a un vínculo con la autoridad fiscalizadora (OS10), en una relación estrictamente administrativa y basada solo en procesos de fiscalización. Como asociación creemos que la industria de la Seguridad Privada tiene un tremendo potencial a partir de la innumerables instalaciones tanto privadas como públicas que son custodiadas y/o monitoreadas que permitirían potenciar y generar canales de coordinación y comunicación tanto con Carabineros como con la Policía de Investigaciones y Fiscalías, debemos ir un paso más allá, más aún hoy cuando se discute la ley de Seguridad Privada en el Congreso. Creemos que es el momento de crear en Chile un macrosistema de seguridad que no solo incorpore a las policías, sino que también incluya a la seguridad privada y a la municipal'.
'Todos los actores, que de una u otra forma nos encargamos de proteger a la ciudadanía y los espacios públicos y privados, tenemos un aporte importante que hacer desde nuestra área de acción. Lamentablemente hoy trabajamos como entes aislados, pero perseguimos el mismo fin. Urge mejorar esta coordinación'.
'La seguridad privada no busca, en ningún caso, reemplazar la labor de las policías, pero estamos convencidos que podemos ser un coadyuvante activo de la seguridad, apoyándolas en lo que sea necesario'.
—¿Qué es lo más sofisticado en el uso de tecnologías para brindar seguridad?
'Dentro de la estructura de la Seguridad Privada existen las empresas tecnológicas de seguridad, que han ido incorporando nuevos sistemas y tecnologías de punta para mitigar riesgos tanto en instalaciones como espacios públicos, entre ellos el reconocimiento facial, los pórticos detectores de patentes, cámaras ultra HD 4k de alta resolución y algunas empresas ya hablan de inteligencia artificial. Lo que sí hay que tener presente es que mucha de esta tecnología es dependiente de servicios de internet, servidores y electricidad'.
—¿Qué pasos están dando como entidad gremial para ayudar a mejorar los índices de seguridad a nivel nacional, siendo esta una de las principales preocupaciones de la ciudadanía?
'Entendemos que la seguridad es la principal preocupación de la ciudadanía y la seguridad privada, además de custodiar negocios, empresas y recintos de alta afluencia de público, también resguarda condominios residenciales. Estamos presentes en más lugares de lo que se imaginan las personas, pero con muy pocas facultades y con una regulación que está completamente obsoleta, que no nos entrega herramientas para enfrentar la actual crisis de delincuencia que atravesamos como país'.
'Hoy nuestros esfuerzos están puestos en aportar, desde nuestra vereda, a la discusión de la ley de seguridad privada, que retomó su trámite después de casi una década durmiendo en el Congreso. Para nosotros es muy importante que la nueva legislación, que viene a robustecer y regular las funciones de la industria, incluya la creación de una Superintendencia. También es urgente mejorar el sistema de acreditación, donde los recursos son limitados y genera una demora en la acreditación de seis meses, o incluso más'.
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